Como vemos la realidad

Imaginemos que vamos a un estadio de futbol,

¿Cómo ves el estadio? Grande, inmenso.

Si eres arquitecto, te fijas en la estética, lo funcional, el arte de las formas.
Si eres ingeniero civil, observas la estructura; si eres publicista, ves los anuncios; si eres deportista, ves el césped, el espacio, imaginas estar ahí corriendo, piensas en la dimensión; si eres aficionado, ves el juego, a los jugadores y como juegan, criticas sus errores o desaciertos o alabas las buenas jugadas.
Estar en el estadio como comunicador, de inmediato localizas las cámaras de tv, los micrófonos, ubicas a los comentaristas.

Entonces estamos hablando y admirando un espacio creado en la realidad que vemos de acuerdo a nuestro particular arquetipo de sentir y pensar.

¿Qué te hace suponer que todos van a ver lo mismo que tú?

En los eventos de la vida sucede lo mismo, cada uno toma para sí lo que más le interesa. Y ello crea la diversidad.

Cuando generamos una opinión o punto de vista acerca de algo, como por ejemplo, el bien y el mal, son temas meramente situacionales y el hecho de que uno opine al respecto no quiere decir que por ello sea cierto sólo porque la mayoría apoye un punto de vista o una opinión.
Esto es así:
Si suponemos que la mayoría desconoce los procesos de la mente y la forma en que creamos o modificamos la realidad, no significa que la realidad creada no se pueda modificar o cambiar.

La percepción que tenemos del mundo que nos rodea, puede variar si cambiamos nuestro punto de vista y esto, para cada uno de nosotros, puede hacer que varíe la realidad que percibimos.